Como diría mi abuela: el que la hace, la paga. Y esto es lo que pasaba en nuestra humilde morada, más a menudo de lo que nos gustaría admitir. Hacíamos café pero nos tocaba bebernos un infame brebaje. ¿El motivo? un sinfín de errores que nos empujaban al sacrilegio cafetero.
Pero como en esta vida casi todo tiene solución, vivimos una revelación gracias a nuestro adorado Comidista. Este práctico video nos dio la clave para hacer un buen café en la cafetera italiana de toda la vida, y nosotros os lo ilustramos 🙂
Y será por cosas de la física cuántica que a raíz de todo este asunto se nos apareció de forma repentina la noticia de que Renato Bialetti, inventor de la famosa cafetera clásica italiana, había fallecido.
La noticia, tristeza aparte, es noticia porque el simpático de Bialetti quiso que pusieran sus cenizas dentro de una de sus cafeteras. Una estampa más para el neorrealismo italiano, que incluye una cafetera hexagonal de gran tamaño sobre el altar de la iglesia donde se celebraba el funeral.
A partir de ahora que ya sabemos cómo hacer café sin cometer sacrilegio, aprovechamos para brindar a la salud de Bialetti cada vez que la cafetera empieza a echar humo.
Y si quieres recordar estos prácticos consejos para hacer café de verdad, cuélgate uno en la pared.
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