¿Que Alabama Song no es de The Doors?
Pues no. Es una versión. David Bowie también tiene una. Para los escépticos concretamos que el autor del asunto es el señor Bertold Bretch, que además de teatro se marcaba una pequeña ópera junto a Kurt Weill donde se incluía este tema. Morrison y compañía la adaptaron en 1967, cambiando algunos detalles de la letra.
The Doors, fuerte exponente de la música psicodélica, no sólo hizo este guiño a Bretch, sino que también a otros de sus admirados artistas. Sin ir más lejos, el propio nombre de su banda se debe al libro de Huxley “las puertas de la percepción” (The Doors of Perception), basado a su vez en un poema de William Blake.
Como todas las buenas historias del rock&roll, la polémica y el misterio es un aura que cubre a este como a tantos otros grupos. El bueno de Jim Morrison, no exento de controversias y juicios a título personal, acabó su carrera como poeta maldito en el barrio parisino de Le Marais. Tras su muerte fue enterrado en el cementerio Père- Lachaise, donde su tumba es de las más visitada y ofrendada.
Acompaña al rey lagarto y entona este clásico himno, pinta en mano, como hacen nuestros colegas en The World’s End .Y si te gusta, cuélgate uno en la pared.
Well, show me the way, to the next whisky bar
Oh, don’t ask why, Oh, don’t ask why
Show me the way, To the next whisky bar
Oh, don’t ask why, Oh, don’t ask why
For if we don’t find, The next whisky bar
I tell you we must die, I tell you we must die
I tell you, I tell you, I tell you we must die
Oh, moon of Alabama
We now must say goodbye
We’ve lost our good old mama
And must have whiskey, oh, you know why
Oh, moon of Alabama…
